Jeff Bezos lo dijo con una frase simple, pero poderosa:
“Nunca tengas una reunión donde dos pizzas no puedan alimentar a todos”.
Más allá de lo anecdótico, esta idea encierra una visión estratégica sobre cómo deben funcionar los equipos en un entorno empresarial que exige agilidad, foco y resultados.
Menos personas, más impacto
¿Te ha pasado estar en una reunión con 15 personas donde al final nadie toma decisiones claras?
Ese es el problema de los equipos sobredimensionados: se diluye la responsabilidad, se ralentizan los acuerdos, y se eleva la burocracia.
La “regla de las 2 pizzas” nos invita a pensar distinto:
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¿Qué pasaría si redujéramos el número de participantes a los verdaderamente necesarios?
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¿Y si trabajáramos con equipos pequeños, autónomos y altamente comprometidos?
Equipos compactos = decisiones más rápidas
No se trata solo de pizza.
Se trata de la idea de que los equipos pequeños son más ágiles, más eficientes y más responsables.
Esto no significa excluir o reducir talento, sino ser intencionales con el enfoque, la comunicación y la acción.
Cuando el grupo es pequeño:
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Hay más claridad en los objetivos.
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Las decisiones son más rápidas.
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Y el seguimiento es más riguroso.
Cultura organizacional simplificada
Menos personas en la mesa no es un desprecio. Es un reconocimiento a la eficiencia.
Es evitar las reuniones eternas donde todos opinan pero nadie se compromete.
Los equipos grandes pueden hacer cosas grandes.
Pero los equipos pequeños hacen que las cosas sucedan.
La verdadera innovación no solo nace de la creatividad, sino de la capacidad de tomar decisiones sin fricción.
Reflexión final
La próxima vez que organices una reunión o diseñes un equipo de trabajo, piensa en esto:
¿Dos pizzas alcanzarían para todos?
Si la respuesta es no, quizá sea hora de simplificar. Porque, a veces, para avanzar más rápido, hay que ir más liviano.